Desde 1993, cada 22 de Marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, una iniciativa propuesta en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro. Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 2.200 millones de personas viven sin acceso a agua potable. Esta conmemoración tiene por objetivo concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla de manera que alcancemos el Objetivo de Desarrollo Sostenible No 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030.
Botiquín de Lectura quiere sumar para crear consciencia sobre este importante e indispensable recurso natural, para ello contamos con un autor invitado. Mauricio Chirino es un cuidador empedernido del vital líquido, nos regala esta semana 7 cosas impactantes sobre el Agua.
1. Puedes sobrevivir más tiempo sin comer que sin ingerir agua.
Es bien sabido que una de las necesidades básicas del ser humano es ingerir alimentos. Lo menos conocido es la importancia fundamental del agua en tal consumo, ya que sin la cuota mínima de ella en nuestra ingesta diaria caemos en deshidratación y posterior muerte.
2. El agua nunca se va a acabar en la tierra (durante la vida humana al menos).
Si bien el planeta como tal es un sistema abierto (entra y sale materia y energía de él), el agua se encuentra cautiva dentro de nuestra atmósfera. Al menos durante la vida humana (que se estima entre cientos de miles hasta un par de millones de años más, siempre y cuando no nos extingamos en el interín) esto no va a cambiar. Habiendo dicho esto, el agua que procuramos los seres humanos para la subsistencia es agua dulce y ésta sí que escasea.
3. No toda el agua es igual.
Como vimos en el punto anterior, el agua que realmente nos interesa a los seres humanos para la vida es el agua dulce. Ésta es encontrada en ríos, lagos y reservas subterráneas. El agua de los polos también es dulce pero es un recurso que no debemos tocar ya que, al derretirse ésta, suben los niveles de los mares en todo el mundo y ocurren inundaciones en las costas.
4. El mayor desperdicio de agua no es causa directa de nuestros malos hábitos.
No quiere decir que debas bañarte con la regadera abierta todo el tiempo o ignorar los botes de agua de tu vivienda cuando éstos no causan incomodidad directa en tu estilo de vida. Sin embargo, la mayor huella hídrica está en nuestro hábitos alimenticios o de consumo. Por ejemplo una prenda de algodón puede requerir hasta 2.500 litros de agua para confeccionarse o un kg de palta/aguacate puede precisar apróximadamente 1.000 litros de agua hasta su cosecha.
5. El agua es subsidiada en todo el mundo.
Escapa de nuestra percepción cotidiana pensar en esto pero ¿cómo es que el agua envasada es más costosa, por ejemplo que la misma cantidad de una bebida gaseosa o alcohólica? Es por los subsidios gubernamentales que estas empresas pactan con los gobiernos locales y, como vimos en el punto anterior nuevamente, el costo real de dichos productos y servicios realmente queda oculto. En el mejor de los casos, dicho costo lo termina absorbiendo los impuestos locales del país, en el peor lo pagará la próxima generación cuando la escasez los obligue a alterar dramáticamente sus estilos de vida y hábitos.
6. Existen alternativas, sólo son más costosas.
Cuando hablamos del agua dulce, nos referimos a menos del 1% del agua total del planeta. ¿Qué pasa con el agua salada de los mares y océanos, es “inútil”? Para empezar, tenemos la alta contaminación en ellos. Eso en sí ya es un reto para su tratamiento, pero dejando eso de lado está su alta salinidad. ¿Han escuchado que lo último que debe hacer un náufrago es beber agua del mar no importa si está muriendo de sed? Esto se debe a que nuestro organismo no está diseñado para ella, es decir, al ingerir agua salada ponemos en sobremarcha a nuestros riñones para deshacerse del excedente sódico, lo cual no logra en su totalidad. Ésto no sólo deja agotados a ese par de órganos sino que aún queda un remanente salino circulando en nuestro organismo, paradójicamente produciendo deshidratación.
Ante todo ello, la alternativa es la desalinización que es un proceso industrial altamente costoso por la cantidad de energía involucrada para conseguirlo. Por ello las empresas recurren al lobby político para sencillamente hacerse de las reservas locales de cada comunidad.
7. Ya hay sitios donde el agua es culturalmente regulada.
Dejando de lado países en desarrollo, donde sus habitantes deben caminar Km al día en busca de agua potable para su uso diario, Ciudad del Cabo en Sudáfrica vivió de cerca durante 2018 la posibilidad de quedarse sin agua corriente por sus tuberías, debido a una gran sequía y la apatía de sus ciudadanos por adaptarse en tal contexto. Fuertes medidas fueron necesarias para evitar el escenario, entre ellas la imposición de 50 litros/persona de agua al día. Para que hagan una idea de esa magnitud, el inodoro promedio usa entre 15 y 20 litros de agua en cada descarga.
A menudo ocurre que incluso cuando las personas tienen conocimiento del buen comportamiento de higiene, carecen del jabón, el agua segura y las instalaciones de lavado que necesitan para realizar cambios positivos para protegerse a sí mismas y a su comunidad. Así que si tienes acceso al agua, no hay excusa. L
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