mujer con bruxismo

Es fácil confundir el Bruxismo con cualquier otra patología, a pesar de ser uno de los problemas orofaciales más comúnes, debido a la cantidad de signos y síntomas que desencadena. El Bruxismo es un padecimiento que afecta aproximadamente a 20% de la población a nivel mundial. Se agrupa con otros trastornos del movimiento como el síndrome de piernas inquietas y los movimientos periódicos de las extremidades.

El bruxismo es mucho más que solo el desgaste que podemos observar en los dientes: de hecho, se asocia con dolor orofacial, cefaleas, trastornos del sueño, trastornos respiratorios durante el sueño como el síndrome de apnea e hipoapnea del sueño, trastornos del comportamiento o asociados al uso de fármacos. Además, se ve influido por factores psicosociales y posturales, lo que indica que trastornos temporomandibulares, la maloclusión, los altos niveles de ansiedad y de estrés, entre otros, podrían influir en la ocurrencia de bruxismo.

¿Eres de esas personas que, al levantarse, nota cierto dolor de cabeza y dolor a nivel cervical? ¿Has observado cómo, de manera paulatina, tus piezas dentales se han ido desgastando? Quizá no lo sepas todavía, pero puedes estar bruxando.

¿Qué es el Bruxismo?

La Academia Americana de Dolor Orofacial (AAOP) lo define:

Actividad parafuncional diurna o nocturna, caracterizada por el desgaste y/o rechinamiento dentario. Siendo no perceptible por parte del paciente.

Según la Academia Americana de Medicina del Sueño:

Trastorno del movimiento asociado al sueño, caracterizado por apriete de los dientes, asociado a una excesiva actividad de despertares.

Entonces el Bruxismo se puede definir como una actividad parafuncional (se conoce como parafunción a todos los movimientos mandibulares que no tienen ningún propósito funcional, entre ellas: masticar chicle, tabaco, morderse o comerse las uñas u objetos diversos como lápices), caracterizada por el acto de rechinar los dientes y/o apretarlos, esto puede ser realizado durante la vigilia (de día) o durante el sueño (de noche).

Causas del Bruxismo

Las causas aún no están muy claras, pero se piensa que estaría a nivel del funcionamiento de sustancias que comunican a las neuronas en el cerebro. Junto con esto existen algunos desencadenantes como el estrés, la ansiedad, el consumo de tabaco y alcohol y ciertos fármacos como los neurolépticos o antipsicóticos pueden producir contracciones involuntarias como la disquinesia orofacial; se ha reportado bruxismo nocturno más fuerte en pacientes que toman algunos tipos de antidepresivos. Es importante señalar que otros trastornos relacionados al sueño como la apnea del sueño (pausas en la respiración) y el reflujo gastroesofágico pueden producir bruxismo de sueño.

En este estudio realizado en la Facultad de Odontología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuya población fueron sus alumnos de 4to y 5to año, sometidos a situaciones de estrés propias de la carrera. Mediante el uso de cuestionarios y exámenes clínicos, utilizando el cuestionario de la Asociación Americana de Medicina del Sueño y la Escala de Depresión-Ansiedad y Estrés (DAS-21), se determinó que el 62 % de los estudiantes presentaron bruxismo, con predominio en mujeres. Todos los alumnos que presentaron bruxismo manifestaron niveles de depresión, ansiedad y estrés. Estas cifras son importantes a considerar como señal de alerta y para generar medidas preventivas y terapéuticas, con el fin de mitigarlo junto con los trastornos psicológicos asociados.

En este artículo publicado en la revista Scielo en Octubre de 2019. Se evaluaron 100 niños de la Clínica Odontológica de la Universidad Mayor de Santiago, Chile, en edades comprendidas entre los 3 y 6 años, mediante evaluación clínica y anamnesis consultada a padres o tutores para determinar la presencia de bruxismo del sueño, además de encuesta “Escala de Alteraciones del Sueño en la Infancia, para preescolares”. El estudio mostró una prevalencia de Bruxismo del Sueño de un 47%, sin diferencia entre hombres y mujeres y una asociación de algunos de los trastornos del sueño con Bruxismo del Sueño (Parasomnias, Problemas Respiratorios, Hiperhidrosis y Sueño no reparador). Como conclusión sí existe asociación entre trastornos de sueño y Bruxismo del Sueño.

Signos y síntomas de Bruxismo

Lo primero de lo que suele quejarse el paciente es de dolor en la articulación temporomandibular y en los músculos que puede irradiarse hacia la cara, cuello y espalda.
  • Cefaleas.
  • Dolor de oido o tinitus (sensación de zumbido en el oido).
  • Hipersensibilidad dentaria.
  • El paciente o su padres/pareja manifiesta “escuchar o sentir estar apretando los dientes”.
  • Movilidad dental.
  • Desgaste de los dientes (esmalte y dentina), en casos extremos fractura de piezas dentarias.
  • Fatiga muscular.

La Pontificia Universidad Católica de Chile en su artículo, manifiesta que para el diagnóstico, existe un criterio básico: el reporte de rechinar o apretar los dientes, realizado por el propio paciente o por su compañero/a de cama. Aunado a esto, el cansancio, la fatiga y/o dolor mandibular/facial o cefalea, de prevalencia matutina. Dichos signos y síntomas, se caracterizan por ser transitorios y ceder en el transcurso de la mañana, sin necesidad de usar algún tipo de tratamiento. También se puede hallar desgastes en la superficie de los dientes.

Bruxismo del Sueño

Según la Clasificación Internacional de Desórdenes del Sueño (CIDS), este trastorno está determinado por una alteración neuromuscular durante el ciclo de sueño, asociado a microdespertares (activación cortical motora, autónoma, transitoria y breve, sin que la persona llegue a despertarse o alcance un estado de consciencia). Estos microdespertares fomentan el número de movimientos rítmicos mandibulares. Se está considerando como una conducta, más que un desorden o factor de riesgo. Puede provocar una disfunción, y podría ocasionar daño a nivel dentario, muscular y articular. Este tipo de Bruxismo es totalmente involuntario.

Bruxismo de Vigilia

Es una contracción muscular sostenida, inconsciente, desencadenado por factores como el estrés y enfermedades psiquiátricas. En este tipo de Bruxismo la persona manifiesta apretar los dientes durante el día y limitación de la apertura bucal. Suele estar relacionado con otros tics o manías como comerse las uñas o morderse los labios, y es frecuente que se produzca cuando se está concentrado: trabajando, estudiando e incluso conduciendo.

Tratamiento para el Bruxismo

El bruxismo puede ser atendido interdisciplinariamente por el odontólogo y el psicólogo. En cuanto, al manejo odontológico, existen dos soluciones, uno es intervenir oclusalmente, y otro intervenir con un dispositivo interoclusal.

  • En primer lugar es esencial tener la boca completamente sana, sin infecciones ni caries.
  • Desgaste selectivo o ajuste oclusal de los dientes, premolares y molares.
  • Dispositivos interoclusales/Férula de descarga: su objetivo es llevar la mandíbula a una posición ideal de relajación. La férula oclusal debe brindar un efecto de relajación y amortiguación a la articulación temporomandibular y a los músculos de la masticación. Las férulas oclusales son aparatos removibles realizados de acetato o material acrílico duro, ayudará en un 80% a resolver parte del estrés muscular.
  • En caso de que el daño en los dientes esté muy avanzado, será necesario realizar tratamientos para recuperar las piezas dentales y la mordida.
  • Psicoterapia: Es una pieza importante del tratamiento multidisciplinario. Específicamente, la terapia cognitivo conductual es utilizada para cambiar los patrones de comportamiento relacionados al bruxismo.
  • Realizar deporte para liberar el estrés.
  • Añadir a la rutina momentos de descanso y relajación
  • Fisioterapia: ejercicios musculares específicos.
  • Evitar ingerir alimentos duros que fuerzan la mandíbula
  • Farmacológico: en algunos casos en fases agudas de dolor, se indican analgésicos antiinflamatorios y relajantes musculares.

El tratamiento va a depender del factor que ocasiona el bruxismo, si está asociado a apnea del sueño o reflujo, el tratamiento va a ir dirigido a estos cuadros. En los casos asociados a otros trastornos del movimiento como piernas inquietas o movimiento de extremidades al dormir, la experiencia muestra que el tratamiento de estos mejora el bruxismo del sueño.

Prevención

La prevención de esta afección, como tal, no es posible, pero siempre es beneficioso tratar la raíz del problema. La prevención inicia con tener buenos hábitos de sueño. Evitar el uso de pantallas (teléfonos, computadores, televisión) hasta altas horas de la noche, no comer tarde ni muy pesado, evitar consumo de café, tabaco y alcohol. En caso de sufrir episodios de estrés de manera regular que originen bruxismo, lo ideal es acudir a un psicólogo.

Además, aquellas personas que padecen esta afección deben evitar alimentos que supongan un esfuerzo de masticación -demasiado duros o pegajosos- o estimulantes -especialmente aquellos que contengan cafeína- para evitar molestias a la hora de conciliar el sueño.

Por último, dadas las consecuencias del bruxismo, está recomendado en estos casos el empleo de pastas de dientes específicas para la sensibilidad dental o encías sensibles, así como mantener unas rutinas de higiene rigurosas.

Como hemos revisado en el artículo, el bruxismo es una patología asociada principalmente al sueño y factores externos como el estrés y la sobrecarga emocional, que se manifiesta en gran parte de la población. Está relacionada tanto a factores orgánicos, como ambientales y psicológicos. La principal recomendación es que apenas se detecten indicios, se contacte a un especialista. Finalmente, cuanto más avance el trastorno sin tratamiento, mayor desgaste sufrirán la dentadura y los músculos faciales.

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