Comida real saludable

Al preguntarle a nuestros abuelos de qué morían las personas cuando ellos eran jóvenes, todos nos responden: «de viejos», quizás también mencionarían algún caso particular de alguien que se contagió de una grave enfermedad y falleció prematuramente de tuberculosis, cólera o disentería. Eso sí, no mencionarían causas como diabetes, cáncer, demencia, cardiopatía ni fibromialgia.

Según la Organización Mundial de la Salud las enfermedades no transmisibles (ENT) también conocidas como enfermedades crónicas, tienden a ser de larga duración y resultan de la combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales. Los principales tipos de ENT son las enfermedades cardiovasculares (como los ataques cardiacos y los accidentes cerebrovasculares), el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes.

Como sabemos la población mundial ha aumentado exponencialmente. Proporcionalmente el porcentaje de muertes por ENT ha crecido de forma desmesurada. Según datos registrados por la OMS:

  • Las enfermedades no transmisibles (ENT) matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo.
  • Cada año mueren por ENT 15 millones de personas de entre 30 y 69 años de edad; más del 85% de estas muertes «prematuras» ocurren en países de ingresos bajos y medianos.
  • Las enfermedades cardiovasculares constituyen la mayoría de las muertes por ENT (17,9 millones cada año), seguidas del cáncer (9,0 millones), las enfermedades respiratorias (3,9 millones) y la diabetes (1,6 millones).

Cuando conversaba con mis abuelos, les preguntaba sobre su infancia, adolescencia, sus hábitos, etc. Analizando estas largas charlas puedo hallar la diferencia con nuestra generación: el descanso era una prioridad, se acostaban y se levantaban temprano, pero eso sí sus 8 horas mínimo de sueño eran innegociables. Por supuesto no existía la tecnología, vivían más conectados con las experiencias, con los momentos, con el mundo real, y desconectados de todos esos agentes estresores y ansiosos que nos generan las redes sociales, el ritmo de vida era mucho más calmado. Cada familia cosechaba frutos  y hortalizas en su propio huerto, todo fresco, sin químicos ni aditivos conservantes; incluso su proteína vegetal era producida en la zona y sin hormonas. Muchos beneficios nos ha traído la modernidad, sin embargo, viene de la mano de las crecientes cifras registradas por la OMS. Si en algo coincidimos todos es que queremos calidad de vida, esa calidad de vida solo la podemos lograr nosotros mismos, así que manos a la obra.

¿Qué es la comida real?

Son todos aquellos alimentos  frescos o mínimamente procesados, cuyo procesamiento industrial o artesanal no ha empeorado la calidad, la composición ni sus propiedades saludables presentes de manera natural.

La mayoría de los alimentos que consumimos algún procesamiento ha tenido, lo importante está en centrarnos en que no altere la calidad del producto. Gracias a la revolución industrial, se han sumado técnicas o procedimientos que alteran la naturaleza de los alimentos, con el objetivo de disminuir costos, alargar la vida de los alimentos, mejorar su sabor, etc. Todo esto a un ritmo mucho más acelerado que la adaptación de nuestro cuerpo para asimiliarlo.

Filosofía de un Realfooding

Carlos Ríos, dietista – nutricionista español, es el creador del Movimiento Realfooding. Un movimiento social que promueve la comida real como un derecho. En su libro Come comida real habla de tres principios básicos del realfooding.

  1. Basar la alimentación en alimentos mínimamente procesados, priorizando los de origen vegetal. Estos son los alimentos que llevan un solo ingrediente en la etiqueta o directamente no llevan etiquetas.
  2. Complementar la alimentación con buenos procesados sin que sustituyan a los alimentos mínimamente procesados. El buen procesado suele estar envasado y con una etiqueta nutricional donde figuran de uno a cinco ingredientes, entre los cuales no se encuentra en cantidades significativas (< 5 – 10%) del total del azúcar añadido, harina refinada o aceite vegetal refinado .
  3. Evitar los ultraprocesados de más de cinco ingredientes en la etiqueta, entre ellos azúcares, harinas, aceites vegetales refinados, aditivos y sal. El consumo debe ser ocasional.

¿Qué son los alimentos procesados?

Son productos o preparaciones comerciales, muchas veces consumidas de forma inconsciente, que han pasado por técnicas o procesamiento que alteran el producto, refinando, sintetizando o adicionando sustancias, que producen un efecto negativo para la salud.  Lamentablemente la industria alimentaria a través del Marketing en medios de comunicación nos hacen ver estos productos como «saludables».

Clasificación de los alimentos procesados

Alimentos mínimamente procesados

Son alimentos frescos, enteros y pueden tener un mínimo procesamiento (cortado, lavado o envasado), pero sin añadir, retirar o modificar ningún ingrediente. Es decir, sin alterar su matriz alimentario. En su etiquetado suele haber solamente un ingrediente que es el propio alimento. Ejemplos de ellos son verduras, hortalizas, frutas frescas, frutos secos, legumbres, tubérculos, carne, pescado, marisco frescos, huevo, leche fresca, hierbas, cereales integrales, especias, café e infusiones.

Buenos procesados

Son alimentos reales con un procesamiento industrial o artesanal beneficioso. Se obtienen de la adicción o retirada de algunos ingredientes de los alimentos enteros o de aplicar algún procedimiento con el fin de hacerlos más seguros, duraderos y agradables al paladar o para facilitar su consumo, conservando sus propiedades saludables. El producto suele estar envasado y lleva una etiqueta nutricional donde figura de uno a cinco ingredientes entre los cuales no se encuentra en cantidades significativas azúcar añadido, harina refinada o aceite vegetal refinado. Ejemplo: aceite de oliva virgen extra, leche larga vida, yogures y lácteos fermentados, panes integrales 100%, chocolate negro o cacao en polvo mayor a 70%, legumbres en conserva, pescado en lata, bebidas vegetales sin azúcares añadidos, frutas y verduras congelados.

Ultraprocesados

Son lo opuesto a la comida real, son preparaciones industriales comestibles, elaboradas a partir de sustancias de otros alimentos o sintéticas con diferentes técnicas de procesamiento, cuyo consumo tiene efectos negativos para la salud. Suelen tener cinco o más ingredientes y entre ellos se encuentran los azúcares añadidos, harinas refinadas, aceite vegetal refinados, los aditivos y la sal. El resultado son productos duraderos, listos para consumir, atractivos, muy sabrosos y altamente rentables para que se vendan y consuman. Ejemplo gaseosas y bebidas azucaradas, bebidas energéticas, jugos envasados, lácteos azucarados, carnes procesadas, galletas y derivados, cereales refinados y barritas, precocinadso y listos para calentar o freír, papas fritas y snacks salados, dulces, golosinas y helados, productos dietéticos, salsas comerciales, pescados procesados, etc.

En la actualidad la mayoría de la población de nuestra llamada sociedad moderna industrializada vive engañada con respecto a lo que consume diariamente, esto gracias al Marketing. Pero éste conocimiento y filosofía de vida creada por Carlos Ríos hace que las elecciones alimentarias mejoren y con ello la salud. Así que convirtamonos en Realfooders y vamos a encargarnos de nuestra salud. Espero te haya gustado el artículo, déjame tus comentarios, sígueme en mis redes sociales y comparte para que sumemos a la comunidad Realfooding.