Persona midiendo la glicemia con glucometro

La diabetes es una de las enfermedades con mayor incidencia en la actualidad, como consecuencia del aumento de la obesidad, la alimentación inapropiada y el sedentarismo, en parte por el uso excesivo de la tecnología y las facilidades que nos brinda la modernidad. La diabetes es una de las alteraciones metabólicas más comunes, con incremento en las últimas décadas de su prevalencia en la población adulta de todo el mundo, con graves consecuencias y altos costos humanos, sociales y económicos.

¿Qué es la Diabetes?

La Organización Mundial de la Salud la define como: una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre).

Entendiendo la Diabetes..

La principal fuente de energía para nuestras células es la glucosa, ésta es obtenida y almacenada por nuestro organismo a través de los carbohidratos presentes en los alimentos que consumimos. Mediante un proceso llamado gluconeogénesis, el organismo es capaz de generar glucosa a partir de las grasas y de las proteínas, este proceso requiere aún más energía.

Para seguir entendiendo el proceso, tenemos que saber que la insulina, es una hormona que se produce en el páncreas, su función es transportar la glucosa del flujo sanguíneo a las células del músculo, la grasa y el hígado; para luego ser usadas como energía. Normalmente las células son muy sensibles a la insulina, el problema radica cuando exponemos nuestro organismo de forma recurrente a ingesta excesiva de glucosa, se producen unos picos de insulina que superan los límites, nuestras células se van adaptando a estos niveles y van disminuyendo el número de receptores de insulina, es decir, desensibiliza a la insulina y en consecuencia se hace resistente a ella, por lo tanto las células pierden el poder de absorber la glucosa en sangre. La respuesta del páncreas, como mecanismo compensatorio es liberar más insulina, haciendo que cada vez se requiera mayor nivel de la hormona para que la glucosa entre a las células y pueda brindarnos energía, convirtiéndose en un círculo vicioso.

Cabe destacar que la insulina cumple con otras funciones, es anabólica, esto quiere decir que estimula el crecimiento, promueve la formación y la retención de grasa y fomenta la inflamación. Por lo tanto, cuando los niveles de insulina son altos, se ven afectadas otras hormonas, aumentando o disminuyendo los niveles de éstas, generando más caos para recobrar el metabolismo normal.

Tipos de Diabetes:

Según la actualización anual de la Asociación Americana de Diabetes (ADA por sus siglas en inglés) se puede clasificar en las siguientes categorías generales:

  • Diabetes tipo 1 (debido a la destrucción autoinmune de las células β, que generalmente conduce a una deficiencia absoluta de insulina). El paciente con diabetes tipo 1 casi no produce insulina, esto ocurre porque su sistema inmunológico ataca y destruye las células pancreáticas que producen la insulina, para mantener los niveles de azúcar en sangre debe inyectarse diariamente esta hormona. Por lo general se diagnostica en niños y adolescentes. Este tipo de diabetes no tiene cura.
  • Diabetes tipo 2 (debido a la pérdida progresiva de la secreción de insulina de las células β con frecuencia en el fondo de la resistencia a la insulina). Suele diagnosticarse en adultos, después de que sus cuerpos han estado expuestos a gran consumo de glucosa durante mucho tiempo. Es reversible con dieta y cambios en el estilo de vida.
  • Diabetes mellitus gestacional (diabetes diagnosticada en el segundo o tercer trimestre del embarazo que no fue claramente evidente en la diabetes antes de la gestación). La diabetes mellitus gestacional es una condición en la que se desarrolla intolerancia a los carbohidratos, y se diagnostica por primera vez en el embarazo sin una pre-existencia clara de diabetes tipo 1 o tipo 2. Es de las complicaciones médicas más comunes del embarazo, afectando tanto a la madre como al feto (o neonato) a corto, mediano y largo plazo.
  • Tipos específicos de diabetes debido a otras causas, por ejemplo, síndromes de diabetes monogénica (como diabetes neonatal y diabetes de inicio en la madurez [MODY]), enfermedades del páncreas exocrino (como fibrosis quística y pancreatitis) y diabetes inducida por sustancias químicas (como con el uso de glucocorticoides, en el tratamiento del VIH / SIDA o después de un trasplante de órganos).

Síntomas típicos de la diabetes

  • Poliuria: necesidad de orinar con mucha frecuencia.
  • Polidipsia: tener mucha sed.
  • Polifagia: tener mucha hambre.

También suele aparecer debilidad, pérdida de peso y molestias digestivas. Sin embargo, la diabetes mellitus tipo 2 puede no presentar síntomas durante años y diagnosticarse de forma casual.

Diagnóstico clínico de la diabetes

Existen actualmente cuatro formas clínicas de diagnosticar la diabetes mellitus:

  • La aparición de síntomas de hiperglucemia y una analítica pueden confirmar niveles de glucosa iguales o mayores a 200 mg/dl.
  • Una analítica en ayunas detecta niveles de glucosa en sangre iguales o superiores a 126 mg/dl. Para que la medición sea correcta, no se puede ingerir ningún alimento 8 horas antes del examen.
  • Realizando un test de sobrecarga oral a la glucosa, consistente en tomar 75 g de glucosa diluida en agua y permanecer en reposo durante las dos horas siguientes. A continuación, se miden las cifras de glucosa y se comparan con las tomadas antes de la prueba. Unas cifras iguales o superiores a 200 mg/dl confirmarían el diagnóstico de diabetes.
  • Mediante una analítica especial que nos dice cómo han estado los niveles de glucosa en la sangre en los últimos 3 meses que se llama Hemoglobina glicosilada (Hb1Ac), y que si es igual o superior a 6,5% el diagnóstico de diabetes está establecido.

Factores de riesgo

Se debe hacer seguimiento de diabetes a todos los adultos con sobrepeso (índice de masa corporal mayor de 25 kg/m2) y con otro de estos factores de riesgo adicional:

  • Sedentarismo.
  • Familiares de primer grado con diabetes.
  • Mujeres con diagnóstico previo de diabetes gestacional o que tuvieron un niño que nació con peso elevado (más de 4 kg).
  • Hipertensos (presión arterial por encima de 140/90 mmHg o tratados con fármacos antihipertensivos).
  • Alteraciones en el colesterol: HDL menor de 35 mg/dl y/o triglicéridos por encima de 250 mg/dl.
  • Mujeres con diagnóstico de ovario poliquístico.
  • Alteraciones de la glucosa en ayunas o intolerancia a la glucosa en una determinación anterior.
  • Otras condiciones clínicas asociadas con resistencia a la insulina.
  • Antecedentes de enfermedad cardiovascular.

Tratamiento

Diabetes de tipo 1: el tratamiento es siempre la administración de insulina de por vida. La insulina se debe administrar mediante una inyección subcutánea. Existen diferentes tipos de insulina que se diferencian fundamentalmente en el tiempo que tardan en hacer efecto y su duración (ultrarrápida, rápida, intermedia y lenta). Con las diferentes pautas y tipos de insulina se intenta imitar lo que hace un páncreas de una persona sin diabetes. Las insulinas rápida y ultrarrápida se utilizan en cada comida para imitar el pico de insulina que produce el páncreas y asimilar los nutrientes ingeridos. Las insulinas lentas y ultralentas intentan imitar la secreción basal del páncreas (es la insulina que produce entre comidas o por la noche para mantener estables los niveles de glucosa en sangre).

Diabetes tipo 2: generalmente se puede empezar por un programa de dieta y ejercicios. Si con esto no se logra regularizar los niveles de azúcar en sangre, es posible que el médico recomiende tomar antidiabéticos orales. Éstos fármacos ayudan a que el páncreas produzca más insulina o a que actúe mejor la que produce por sí mismo, o ayudan a la eliminación de la glucosa por la orina. Si los antidiabéticos orales tampoco son suficientes, será necesario añadir insulina.

Nutrición

  • La ingesta de grasas saturadas ha de ser inferior al 7 por ciento del total de calorías.
  • Se recomienda el estilo de dieta mediterránea, donde el aceite de oliva tiene que ser la grasa predominante.
  • Disminuir o eliminar las grasas de origen animal (mantequilla, crema de leche, tocino, etc). Es preferible sustituirlas por el consumo de pescado.
  • Incluir vegetales, frutos secos en moderada cantidad y frutas (evitando el cambur maduro o banano, uvas, cerezas, mango, y melón por su alto índice glucémico).
  • Las carnes, pescados y huevos son ricos en proteínas y también contienen grasas, pero no carbohidratos, por lo cual se recomienda su consumo.
  • Existen múltiples estudios que describen que la Cúrcuma puede ayudar a disminuir los niveles de azúcar en la sangre al reducir la producción de glucosa hepática. Además puede estimular la secreción de insulina y aumentar la sensibilidad a dicha hormona.

Comer poco y varias veces al día, evitando comidas copiosas y los azúcares de absorción rápida que elevan bruscamente los niveles de glucosa en la sangre.

Ejercicio

La actividad física controla los niveles de glucemia en sangre, reduce el sobrepeso, mejora la calidad de vida del paciente y evita las posibles complicaciones que puedan surgir por el desarrollo de la enfermedad. El ejercicio físico ideal para la mayoría de los diabéticos es caminar, correr o montar en bicicleta. En caso de neuropatía o pie diabético, evitar ejercicios con riesgo de traumatismo.

Si eres parte de los pacientes con diagnóstico de diabetes, estás entre el grupo con factores de riesgo o simplemente quieres evitar padecerla en un futuro, una vez entendemos cual es el mecanismo por el cual se produce la diabetes, podemos tomar medidas y actuar ahora mismo. Te invito a que compartas el post con tus familiares y amigos, podríamos salvarle la vida, estamos a tiempo de actuar antes ésta enfermedad crónica y ayudar a disminuir las terribles estimaciones. Sígueme en mis redes sociales.