persona escribiendo las gracias en navidad

Para la mayoría de las personas Diciembre es el mejor mes del año, por múltiples razones, una de las más importantes es compartir con familiares y amigos, tomarse unos días de descanso para meditar, releer la lista de propósitos y hacer conciencia de todo lo que se ha logrado durante el año: las promesas cumplidas, el camino recorrido, los objetivos logrados, las metas encaminadas, las personas que han llegado, las que se han ido, las oportunidades, etc. Es el mejor momento para reconocer todo lo que hemos vivido, incluso para quienes estas fiestas los pone un poco nostálgico, y es que detrás de cualquier circunstancia, siempre hay algo positivo. Recordemos que Navidad es época de gratitud.

¿Qué es la Gratitud?

La Real Academia Española define Gratitud:

Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera.

Por su parte Emmons y McCullough (2001) lo definen com:

Un estado afectivo cognitivo resultante de la percepción de haber sido beneficiado por un agente externo, de manera solidaria, desinteresada y gratuita.

La gratitud no aparece de manera espontánea, en el desarrollo de este sentimiento tienen mucho que ver nuestros padres y maestros. La gratitud exige que haya un sistema de valores éticos, durante la formación del individuo se fomentan conceptos como el dar y recibir, dejando de lado el ego. Es una virtud reservada para los espíritus más elevados y para las inteligencias mejor desarrolladas.

Científicamente comprobado

El estudio de las emociones positivas, virtudes y fortalezas como la gratitud había sido, campo exclusivo de la filosofía y de la teología, pero hoy en día es uno de los temas que ha ido cobrando mucho interés por parte de la comunidad científica, por sus efectos en el comportamiento humano.

Todos sabemos y hemos experimentado alguna vez cómo las vivencias y emociones negativas nos angustian, carcomen, fatigan, estresan y a la larga, debilitan nuestra salud mental y nuestro sistema inmune, ya que estar pensando constantemente en los problemas puede socavar y devastar la salud. Por el contrario, el bienestar mental, el pensamiento positivo y el cultivo de virtudes y fortalezas, refuerzan las defensas de nuestro organismo y lo fortalecen. La gratitud como fortaleza es uno de estos campos no abordados, y que hoy resulta prometedor para la psicología, pues se está adentrando en terrenos que antes se consideraba vedados para esta ciencia (Moyano, 2000).

Medición de la Gratitud

La gratitud se conecta con la apreciación de la belleza, la bondad, la esperanza, con el futuro imaginado y el humor, de la vida de tal manera, que suple la angustia por una forma más llevadera de afrontar las situaciones (Martínez, 2006).

Por ello, su medición requiere de cuatro puntos relevantes (Emmons, 2008):

Bienestar: ser agradecido reporta gran cantidad de emociones positivas, como la satisfacción por la vida, la vitalidad y menor disposición al estrés y a la depresión.

Prosocialidad: la gratitud brinda sensación de empatía y generosidad.

Espiritualidad: tener fe y creencias religiosas está relacionado con una mayor tasa de gratitud y compromiso con otros.

Materialismo: las personas más agradecidas son menos envidiosas y no dan tanto valor al dinero y a los bienes materiales.

Beneficios de la Gratitud

  • Aumenta la sensación de bienestar, tanto en quien la siente como en quien la recibe. Por lo tanto favorece la autoestima.
  • Ayuda a disminuir el estrés, la depresión y la ansiedad.
  • Los agradecidos son también personas que difícilmente dan cabida a sentimientos negativos como el arrepentimiento, el resentimiento y la envidia. Son capaces de sentir gratitud, precisamente porque eligen ver lo mejor de las personas y guardarlo en la memoria.
  • Al tener pensamientos positivos, se está más tranquilo y así, favorece la calidad del sueño.
  • Mejora las relaciones sociales. Fomenta la cooperación y solidaridad en la sociedad.
  • Refuerza la autoestima e inspira a seguir siendo generoso o amable con otros.

Gratitud día a día

Es importante reconocer las bendiciones que se nos brinda. Para comenzar a obtener los beneficios de la gratitud basta con hacer pequeños gestos cada día, es suficiente para lograr un impacto positivo en nuestra vida y en la vida de quienes nos rodean.

  • Enfocarse en lo que se tiene y que lo que se tiene es lo que se necesita para ser feliz.
  • El hecho de agradecer, atrae más, genera abundancia.
  • Agradecer por el pasado, de toda experiencia, sea buena o mala, hay un aprendizaje.
  • Agradecer desde ya por lo que está por venir.
  • Cuando se está en un mal momento, concéntrarse en apreciar todo lo que hay alrededor, sabremos que hay muchas razones para agradecer, levantarse y continuar.
  • Agradecer por las personas que entran y salen de la vida, de todas se aprende algo.
  • Agradecer por las puertas que se abren, pero también por las que se cierran.
  • Cultivar la humildad. Una persona humilde encuentra satisfacción en lo que ya posee, no vive guiado por una incesante necesidad de tener más y más.

La mejor forma de demostrar gratitud es compartir con los demás, brindar ayuda al que está al lado, una palabra de aliento, una mano amiga, un hombro para apoyarse.

Dejemos que la gratitud se derrame a nuestro alrededor. Tratemos de dar las gracias cada día a una persona. Animémonos a ser amables. Reconozcamos a quien se lo merece. Aplaudamos la generosidad, la valentía, la autenticidad. Comencemos así una ola de gratitud, y notemos la diferencia que puede hacer en el mundo. Aprovechemos esta bonita época del año, porque la Navidad es época de Gratitud.

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¡Felices Fiestas en Gratitud!