Posición de loto en meditación

Entre la lucha constante por calmar mi mente y las recomendaciones de mi papá, quién usa el arte como terapia y la meditación como ancla, meditar siempre me había llamado la atención. Sin embargo, a pesar de investigar mucho sobre el tema, conseguir artículos de sus múltiples beneficios, el tiempo a dedicarle, el momento y lugar ideal, etc; había hecho algunos intentos, todos fallidos. No entendía realmente cómo meditar, en todos lados leía es “poner la mente en blanco”, pero explícale eso a una mente inquieta, la verdad no se me dió, incluso llegaba a ser frustrante. Es por ello que me parece importante hacer este post, un artículo que te ayudará a entender qué es la meditación, sus beneficios, pero lo más importante: cómo empezar a meditar.

¿Qué es la meditación?

La Real Academia Española define meditar: Pensar atenta y detenidamente sobre algo.

Es una práctica en la cual el individuo entrena la mente o induce un modo de conciencia, con el fin de lograr tres objetivos básicos:

  1. Conseguir un beneficio.
  2. Reconocer mentalmente algún contenido, sin necesidad de sentirse identificado con éste.
  3. Como un fin en sí mismo.

En estudios recientes se define la meditación como un proceso de autorregulación atencional y un estado de conciencia ampliada (Carlson y Garland, 2005), o como una estrategia de afrontamiento basada en una focalización emocional (Molassiotis y Maneesakorn, 2004) que permite el desarrollo de la conciencia del momento presente, en lugar de la preocupación por el pasado o el futuro.

La práctica regular de la meditación se puede realizar de acuerdo a un objetivo específico, como por ejemplo, manejo del estrés, mejor control del dolor o sintomatología por enfermedades o por metas más generales como potenciar el desarrollo humano integral.

Tipos de meditación

Existen varios tipos de meditación, provenientes de Oriente, que tienen como objetivo el beneficio personal, tanto físico como psíquico. Todas ellas tienen algún elemento en común como la respiración, la postura, uso o no de mantras, acompañamientos (música, aromas, etc.).

Beneficios de la meditación

Una investigación científica demostró los beneficios de la meditación en la disminución del stress y mejoría del estado de ánimo en pacientes con cáncer. Numerosos estudios afirman que la meditación reduce los síntomas asociados a depresión aguda y subaguda. Cada día surge más interés en la meditación para ayudar a combatir la depresión, sobre todo porque se disminuyen los efectos secundarios del tratamiento farmacológico. También se asocia a disminución de la ansiedad, siendo recomendable establecer prácticas de meditación en el entorno laboral. Aumenta la creatividad, concentración y memoria.

Se demostró que las personas que están en un plan de meditación, desarrollan anticuerpos contra la gripe, por lo cual podría estar asociada a fortalecimiento del sistema inmune.

Aumenta la tolerancia al dolor: Después de 4 días de entrenamiento de meditación en presencia de estimulación nociva, se redujo significativamente la incomodidad del dolor en un 57% de los participantes en el estudio. La meditación involucra múltiples mecanismos cerebrales que alteran la construcción de la experiencia del dolor subjetivamente disponible a partir de información aferente. Por lo cual la meditación es recomendada para trabajar la tolerancia al dolor en pacientes con Fibromialgia. Además se le ha vínculado relación con  la Interleucina 6 (citocina capaz de controlar la amplitud de la respuesta inflamatoria aguda), ejerciendo, por tanto, también un efecto antiinflamatorio.

Favorece la aparición de pensamientos positivos, lo que a su vez nos ayuda a fortalecer la autoestima. En un estudio realizado en 2013, los investigadores utilizaron el “Cuestionario de felicidad de Oxford” para determinar el nivel de felicidad de los participantes. El 96% de los participantes que practicaban meditación obtuvieron la puntuación de “feliz”, mientras que sólo el 56% de los no meditadores consiguieron el mismo resultado. La conclusión fue que la meditación mejora el pensamiento positivo, lo que ayuda significativamente a incrementar la autosatisfacción y felicidad en la vida.

En este estudio se evidenció la reducción del riesgo de mortalidad por infarto al miocardio y accidente cerebrovascular en pacientes con enfermedad coronaria. Estos cambios se asociaron con una presión arterial más baja y factores de estrés psicosocial. Por lo tanto, esta práctica puede ser clínicamente útil en la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares.

Foto por Pixebay
Foto por Pixebay

En el cerebro del meditador

En 2015 la revista Investigación y Ciencia, publicó un artículo científico sobre los efectos cerebrales y psicológicos de la meditación. Durante casi quince años, más de cien practicantes del budismo, así como numerosos principiantes, han participado en los experimentos científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison y al menos otras 19 universidades más. La comparación de las imágenes cerebrales de meditadores expertos con las de neófitos y no meditadores ha permitido empezar a vislumbrar porqué este conjunto de técnicas de entrenamiento mental puede proporcionar beneficios cognitivos y emocionales. Según indican cada vez más datos, la meditación puede ser un tratamiento eficaz para la depresión y el dolor crónico y, además, ayuda a cultivar una sensación de bienestar general.

El descubrimiento de los beneficios de la meditación coincide con hallazgos recientes en neurociencia que demuestran que el cerebro adulto todavía puede transformarse profundamente a través de la experiencia. Tales datos revelan que, cuando aprendemos a hacer malabares o a tocar un instrumento, el cerebro experimenta cambios a través de un proceso llamado neuroplasticidad. Cuando meditamos parece ocurrir un proceso similar. Nada varía en el ambiente que rodea al meditador, pero este regula sus estados mentales para alcanzar una forma de mejora interna, una experiencia que afecta al funcionamiento y estructura física del cerebro. Los datos recopilados en esta investigación han comenzado a demostrar que la meditación reorganiza las conexiones de los circuitos cerebrales para producir efectos saludables no solo en la mente y el cerebro, sino también en el cuerpo.

Además Matthieu Ricard (monje budista), Antoine Lutz (investigador del Instituto Nacional de la Salud e Investigación Médica de Francia, y también trabaja en la Universidad de Wisconsin-Madison) y Richard J. Davidson (pionero de la ciencia de la meditación, director del Laboratorio Waisman de Neuroimagen y Comportamiento, en el Centro para la Investigación de las Mentes Saludables en la Universidad de Wisconsin-Madison), exploraron los posibles cambios estructurales en el tejido cerebral causados por la meditación.

Mediante el uso de resonancia magnética funcional, hallaron que veinte practicantes expertos en un tipo de meditación budista presentaban un mayor volumen de tejido cerebral en la corteza prefrontal (áreas 9 y 10 de Brodmann) y en la ínsula, en comparación con un grupo de control. Estas regiones intervienen en el procesamiento de la atención, la información sensorial y las sensaciones internas corporales. Harán falta más estudios a largo plazo para confirmar este hallazgo.

¿Cómo empezar a meditar?

Mis inicios fueron en mis clases de yoga, allí Constanza, mi fabulosa instructora de yoga, dirigía una meditación de aproximadamente 10 minutos al final de la clase. Empecé a ver los beneficios, sentía como que me liberaba, pero a la vez me recargaba de energía. El problema surgía cuando intentaba meditar sola, me juzgaba constantemente por no lograr “poner la mente en blanco”.

A principios de este año, Yessica (una de mis mejores amigas, que se ha convertido en un angelito), me escribe recomendando una cuenta de Instagram @omvocado; me comenta que está ofreciendo un curso gratis para iniciar en la meditación. Por supuesto que corrí a seguirla e inscribirme en el Proyecto 28. Durante 4 semanas, Caro (su creadora) me guió un poco para entender algunos procesos en mi vida, la importancia de liberar cargas, desde objetos que no uses hasta responsabilidades que no te pertenecen, considero que esta parte es fundamental. Con ella conocí la técnica Morning Pages, basada en el libro El camino del artista de Julia Cameron.

Unas semanas atrás, mi angelito me da un regalo y juntas hacemos Me-Edito, iniciamos este programa de meditación de 33 días. Desde el primer día quedé enganchada, porque se trabaja un poco el apego, soltar pero desde el amor. Durante estos 33 días entendí realmente qué es meditar y cómo hacerlo. Entendí que no tenemos que desgastarnos buscando lograr “la mente en blanco”, simplemente aceptar que los pensamientos están y estarán ahí, pero que no son nuestros, nosotros decidimos qué hacer con ellos, la idea es lograr decidir en qué enfocar nuestra atención y así poner nuestra energía sólo en lo que queremos y siempre queremos las cosas que nos hacen bien. Aprender a observar los pensamientos, dejarlos pasar. Es importante conseguir el tiempo para meditar, muchas veces por trabajo u ocupaciones es un poco difícil. Sin embargo te dejo un artículo que nos ayuda a trabajar el levantarnos un poco antes, conseguir ese tiempo tan preciado, cómo madrugar y no morir en el intento.

Luego de entender esto, lo más importante es crear el hábito, quizá la parte más difícil. A pesar de que aún estoy en ese proceso, les aseguro que con los cambios que vamos viendo en nuestra vida, cada día tomamos la iniciativa de forma voluntaria, ya se convierte en una necesidad de cumplir con el compromiso de sanar nuestra mente y cuerpo.

Espero les guste este artículo y les ayude a poner en práctica esta maravillosa disciplina (es mi objetivo con este post). Si están buscando una guía, no duden en seguir a Caro en Omvocado. No es publicidad, hoy le agradezco mucho por compartir su conocimiento y sobre todo condensarlo de una forma tan digerible, de verdad sus historias llenan de paz. Por supuesto, gracias a Yessica. Amiga ahora vamos por Alquimia, a seguir creciendo juntas. Recuerden seguirme en mis redes sociales y compartir el post.